Paroles de 'Las Soldaderas' par Miriam Nuñez

Mi abuela suspiraba, y hasta se persignaba
Cuando me platicaba de la Revolución
Contaba que el ranchito, pegado al Arroyito
Fue herencia de su padre que se llamó Ramón

Mi padre fue aparcero, domador y vaquero
Cabello alborotado y requemado por el Sol
Gustaba echar guarache, con un estilo Apache
Y a veces le cuadraba un traguito de soltol

Yo estaba confundida, cuando la despedida
Un balde de agua fría, sentí que me cayó
Con cara de congoja, torció un cigarro de hoja
Se echo al hombro la alforja, y la puerta cerró
Brillaban sus espuelas, el rocío en lentejuelas
Corrió las praderas y ya nunca regresó

Color rojas las faldas, otras como es esmeraldas
Volaban con el viento, entre flores de algodón
Los hombres en la guerra, la mujer en la tierra
La hambruna se venía y no hacia distinción

Mamá tanto lloraba que el pan se le salaba
La lucha era entre hermanos en la misma situación
En ollas y peroles, faltaban los frijoles
Y en primera helada no hubo leña pa’l fogón

Yo andaba preguntando, por que andaban peleando
Mi madre cavilando me dio contestación
Me hablo de las banderas, de luchas por las tierras
De ideales y partidos y de Revolución
Se fue pa’ la boquilla, donde anda la guerrilla
A combatir con Villa, por tierra y educación

Se acabaron los cuentos, y los consentimientos
Los rebeldes montados enfilaban para el sur
Mis ojos asombrados, mirando a los Dorados
Que apostaron la vida pues su vida era un albur

Balazo de metralla, y el corazón estalla
Mi padre me dijeron que murió por la nación
Cuando cantaba un mirlo, fuimos a despedirlo
Y luego nos marchamos a seguir la rebelión

Mi madre soldadera, que allá por la trinchera
Cantó la Jesusita, Las Pelonas y el Barzón
Sus manos alimento, de todo el regimiento
Con mando de sargento y de firme convicción
Jugaba a la muñeca, gallina y pata chueca
No hacia ninguna mueca al rugido del cañón

Crecí como se pudo, con mi madre de escudo
Siempre la frente en alto demostrando su valor
Brava como una fiera, con temple de ranchera
Orgullo de mi raza más bonita que la flor

Me acuerdo de su falda, de percalito y larga
Y de su blanca enagua y el rebozo de algodón
Su falda mi consuelo, cobija, techo, cielo
De balas y aguacero su falda mi protección

Yo andaba en el zoquete, mirando aquel sainete
Y al disparo de un cuete, empezaba el agarrón
Fuego de artillería, con la caballería
Y la banda tocaba animando al batallón
Hervían los atoles, Chile pa’ los frijoles
Y el general con soles, dirigía toda la acción

Mujeres soldaderas, alegres mitoteras
Eran como unas fieras enfrentando la ocasión
Andaban sin empachos, cuidando a sus muchachos
Sin miedo a que una bala les partiera el corazón

Usaban colorete, bailaban de cachete
Eran luz y alegría en la revolución
Sabían montar en ancas, luciendo enaguas blancas
Eran lindas Marietas como dice la canción

Su nombre y apellido, se fueron al olvido
Y en mi cantar les pido, rendirles devoción
Palomas mensajeras, vuelen, vuelen ligeras
Como las soldaderas, de la revolución
Cuenten que las mujeres, cumplieron sus deberes
Ganándose el respeto de toda la nación

Ay palomitas, de la revolución